fbpx Skip to main content

TODO ES VIBRACIÓN

¿Cómo elevar mi vibración?

La física cuántica ha determinado que todo lo que posee átomo, desde una televisión hasta un ser humano, posee energía y por ello, una frecuencia vibratoria. Nuestro campo atrae vibraciones que están en sintonía con la que nosotros emanamos. Piensa en ti como en un árbol. Si cultivas el árbol, lo riegas, lo plantas en un terreno óptimo, dará frutos. Pero si no lo riegas, o está en un terreno demasiado seco para su naturaleza, posiblemente no logre florecer. En este caso, atraes vibraciones similares a tu campo. Similares a la vibración de tus pensamientos, sentimientos, lo que haces, dices… todo lo que emanas de diferentes formas. 

Tú eres como ese árbol y tu frecuencia determinará la calidad de frutos que dará. Entonces, la calidad de tu vibración interactuará con la del campo devolviéndote una vibración similar.

¿De qué depende mi vibración?

Todo pensamiento genera una respuesta emocional consciente o inconsciente. Esta respuesta emocional genera en sí misma una vibración. Todo lo que haces y también lo que no, determina tu frecuencia. Es decir, los pensamientos, sentimientos sean ellos conscientes o inconscientes; lo que dices, lo que sueñas, lo que eres… todo ello tiene una frecuencia vibratoria.

El miedo es lo que más baja la vibración, congela la esencia y desequilibra las polaridades. 

El miedo

Como dijimos, El miedo es lo que más baja la vibración, congela la esencia y desequilibra las polaridades. Tiene un efecto interesante en los humanos, pues puedes ser el mejor guitarrista del mundo pero si el miedo te frena, ese guitarrista apenas tocará en sus ratos libres cuando esté a solas en su habitación. Por ello, el miedo tiene ese efecto congelante, frustrante y por supuesto, de bajar la vibración.

Pero no tiene porque ser así, es decir, es completamente natural sentir miedo. ¿Por qué será que a algunas personas el miedo parece traer más problemas a sus vidas? ¿Será que existe una forma de relacionarme con el miedo que no me impida lograr mis objetivos o ser quien deseo ser?

Para mí y desde mi experiencia, la respuesta es sí. A día de hoy he hecho tantas cosas que para “mi yo” de hace algunos años hubiesen sido completamente inimaginables. Y tú también puedes. Pero es necesario cultivar una buena relación con el señor miedo, pues él siempre está ahí para advertirte del peligro. No se trata de no escucharlo o de mirar a otro lado. Creo que en esos momentos, se convierte en una especie de niño ruidoso que se sienta al lado de tu mesa del restaurante y que cuanta menos atención le dan sus padres, más alto llora y grita. El miedo hace algo parecido, no lo mires si no quieres pero cuanto menos atención le des, corres el riesgo de que más alto grite.

En este caso, a ese niño hay que atenderlo, ver qué le sucede y de dónde procede ese llanto. Si es porque le pasa algo de verdad o si es por “llamar la atención”. En cualquier caso, ese miedo te está señalando un punto de flaqueza para ti, te advierte del peligro, es como una señal de atención, “¡¡esto puede hacernos daño!! o ¡¡estamos en peligro!!”. Claro que el pequeñín no sabe que la mayoría de veces, esa situación de peligro es imaginaria, fantasiosa, proveniente de un recuerdo del pasado que nada tiene que ver con la realidad actual. Aquella niña que te rechazó cuando tenías 9 años y se rió de ti con tus compañeros no tiene nada que ver con la persona que hoy compartes vida pero casualmente, aquello tuvo tal impacto en ti que hoy, revives el recuerdo a través del miedo.

Por eso es necesario pararse para verlo. Porque te señaliza donde está el bloqueo. En el momento en el que te paras y dices “ah bueno, es que de pequeño una niña de mi clase me rechazó… desde entonces tengo miedo al rechazo y prefiero incluso dejar yo la relación por miedo a que me dejen…” pues ahí tienes la raíz.

Entonces en vez de simplemente padecer de miedo, de estar dominado por él, puedes sanar ese recuerdo de lo que ocurrió. Y si no puedes sanarlo, al menos podrás vibrar de otra manera a partir de la comprensión de lo que existe detrás del miedo.

Pruébalo. Verás como el simple hecho de comprender el miedo ya te permite vibrar de otra manera completamente distinta. El miedo pasa de ser un monstruo con 7 cabezas a ser una escena casi entrañable e inocente de tu vida.

Observar el miedo y comprenderlo es lo que te permite vibrar alto cuando lo sientas.

Mi experiencia personal

Para mi, lo que me ha ayudado a mantener una vibración más alta ha sido lo siguiente:

  • Trabajarme sobre mí misma, en mi autoconocimiento y desarrollo personal.
  • Dejar de ver las noticias, cuando quería enterarme de algo específico sobre cualquier situación, me preparaba energéticamente y lo leía en algún periódico. Pero mantenerte pasivo mientras tragas información densa crea una densidad en ti que es difícil no percibirla.
  • Trabajar las creencias inconscientes.
  • Vivir alineada a mi propósito. Ser – hacer y tener en equilibrio.
  • Equilibrio entre lo que digo, hago y pienso. Si no lo voy a hacer, no lo digo. Y si pienso que no es para mí, no lo hago.
  • Deporte y una buena alimentación. Cuidar el cuerpo y ser intuitiva escuchando sus necesidades.

EMPIEZA DESDE EL SER

Todo comienza en el SER. No es tan importante lo que haces sino quién eres mientras lo haces. El SER está moldeado por las creencias, condicionamientos, miedos, pensamientos y sentimientos. Reestructurar lo que afecta al SER te permitirá conectarte de manera más genuina con esa parte de ti mismo.

Mi propuesta para ti durante estos tiempos es que cultives más la calidad de tu vibración. Esto tiene que ver con cuidar lo que piensas, sientes, escuchas, dices y ves. El sentido de “cuidar” en esta frase, hace referencia a estar atento, evitar caer en círculos de baja vibración y reenfocar aquellas cosas que sean posibles (desde pensamientos reiterados, acciones de baja vibración o hábitos de salud). No hace alusión a luchar contra tus pensamientos, intentando pensar otra cosa o sentir otra cosa. Esto no tendría sentido y solo desembocaría en más tensión interna. Se trata de acogerte y darte atención. En ese momento, te darás cuenta que vibrar alto es cuestión de darse atención y estar abierto para reprogramar lo que no te beneficia.

Tienes el poder en tus manos y siempre fue así, a pesar de lo que nos han hecho creer durante mucho tiempo.